La principal diferencia entre aceites y grasas se basa en su viscosidad. Las grasas son lubricantes semifluidos o sólidos mucho más espesos mientras que los aceites mantienen un cuerpo líquido. Las grasas también son más duraderas una vez aplicadas porque mantienen mucho mejor el cuerpo que los aceites.
Debido a su diferencia de viscosidad, tanto uno como el otro tienen una funcionalidad distinta. Las grasas industriales son mayoritariamente usadas en sistemas abiertos más simples que no suelen estar sometidos a condiciones muy extremas. Los ejemplos más usuales de circuitos abiertos en industria pesada que requieren de grasas podrían ser: correas, piñones, transmisiones o cojinetes.
Por otra parte, los aceites suelen ser aplicados en sistemas cerrados porque requieren de un lubricante con mayor especialización. Los ejemplos más recurrentes de circuitos cerrados podrían ser motores, transformadores y compresores.